<<Tú sí que eres una perla>> le dicen en un comentario a la cantante Antoñita Peñuela en su interpretación de la rumba flamenca <<Perla preciosa>> (Julio Madrid la canta como pasodoble, pero aquí es rumba, y más bien flamenca que española, aunque para simplicar se la denomine española). Y es que, como señala una comentarista que se presenta como Gloria Martínez Aguilera en el mismo canal de Youtube del comentario anterior (cantaorflamenco), y que cuenta que su madre era <<fan número uno de esta mujer, siempre estaba canturreando [cosas de ella, se entiende]>>, como señala esta tal Gloria, <<esta mujer canta que te mueres>>. Efectivamente, es muy buena cantante, con una voz para alguno que otro quizá algo vulgarilla pero que sin duda tiene su aquel, entre otras cosas porque en la variedad está el gusto, además de que en según qué géneros el sabor a pueblo llano en la voz es más bien un plus que otra cosa. El cierre de esta interpretación es lo mejor de ella (de la interpretación, no de la cantante). Es lo que se llama cerrar con broche de oro.
Esta artista desarrolló su carrera musical en la decada que va de 1965 a 1975. De origen andaluz, nació en la provincia de Murcia, concretamente en la población de Lorca. Poco después su familia volvería a Andalucia, a la población jienense (de Jaén) de Torreperogil, antes de volver a cambiar de lugar de residencia, esta vez a esa tierra de grandes cantantes que es Valencia, pues se fueron a vivir a la localidad valenciana de Torrente, donde cabe suponer que a su padre, que en Torreperogil era un carnicero conocido como «El Mataor», ya no le llamarían con tan simpático apodo pero donde por lo menos, y todo tiene sus ventajas, aprendería que en valenciano naranja se dice taronja y que las de Carcagente (Carcaixent en valenciano) tienen fama, o al menos así se dice en alguna de las canciones folclóricas de la tierra, de ser las mejores (<<per taronges, Carcaixent>>).
ESPAÑA. Antoñita Peñuela: «Perla preciosa».
LETRA DE LA CANCIÓN:
Te llaman Perla Preciosa los hombres cuando te ven. Y yo te llamo la Reina. La reina de mi querer.
¿Te acuerdas la noche aquella en que tus ojos miré? Te vi tan linda y bonita que jamás te olvidaré.
Tu lindo pelo, tu linda boca, tus lindos ojos recordaré. Porque te llevo dentro del alma desde la noche que te miré.
Ay, los claveles y las rosas se tienen que marchitar cuando pasas tan preciosa con tu ramito de azahar.
Te querré toa [= toda] la vida. No te quisiera perder. Tú eres la flor perfumada que yo siempre guardaré.
¿Te acuerdas la noche aquella en que tus ojos mire? Te vi tan linda y bonita que jamás te olvidaré.